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Los pacientes diabéticos obesos con enfermedad renal crónica mejoran notablemente la capacidad de ejercicio – pero no la composición corporal o la función renal – como resultado de un programa estructurado de ejercicios.

Los pacientes con diabetes tipo 2, obesidad y enfermedad renal crónica son generalmente inactivos físicamente y teóricamente, podrían beneficiarse del ejercicio físico.

 

Diseño del estudio

En este estudio presentado en el congreso de especialistas celebrado en abril-mayo en Boston, los investigadores de la Edward Hines Jr., Hospital de Veteranos de Hines, IIllinois, llevaron a cabo un máximo de 52 semanas de estudio aleatorio controlado de ejercicio en pacientes diabéticos obesos con enfermedad renal crónica

 

Los participantes fueron asignados al azar a un grupo de control que consistía solo en el control de la dieta o un grupo que sumaba el control dietético y además 12 semanas de entrenamiento aeróbico y de resistencia combinada seguido de 40 semanas de ejercicio en el hogar supervisado.

 

La medida de resultado primario fue el cambio en la orina de creatinina (UPCR) a las 12 semanas y 52 semanas.

 

Los resultados secundarios fueron los cambios en la albúmina en la orina a creatinina en orina (UACR), tasa de filtración glomerular estimada (EGFR), la presión arterial, hemoglobina glucosilada, perfil lipídico, la función endotelial, proteína C reactiva, la composición corporal, la función física y calidad de vida.

 

El formato era el entrenamiento tres veces por semana durante 12 semanas: 3-5 minutos de calentamiento, ejercicios de movilidad, el entrenamiento de intervalo, se enfríe y después de ejercicios de movilidad de ejercicio. El ejercicio en el hogar se planificó para 40 semanas, con un aumento de número de pasos en un 10% cada semana.
Resultados:

 

No hubo ningún cambio significativo desde el valor inicial en proteína en la orina a la proporción de creatinina a las 12 semanas y 52 semanas. Del mismo modo, las medidas de resultado secundarias no cambiaron significativamente.

 

Este estudio contrasta con los resultados de otros anteriores, por lo que nos aconseja establecer con criterios rigurosos el tipo de ejercicio de forma individualizada.

 

El artículo completo se ecuentra en el botón Enlace

 

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