Un estudio publicado en la revista Menopausia y realizado por la Sociedad Norteamericana de la Menopausia en más de 6.000 mujeres latinoamericanas demuestra que este sedentarismo tiene ya consecuencias visibles: síntomas más severos en la menopausia, especialmente los vinculados con el insomnio y la depresión, y obesidad.
Un 16,1% de las mujeres con hábitos sedentarios reconocen tener síntomas menopáusicos severos, mientras que solo un 10,6% de las activas los tienen. Este 6% de diferencia supone, para los investigadores, la confirmación de que el sedentarismo está asociado con signos como el insomnio, la depresión o la ansiedad.
Para clasificar los síntomas y la calidad de vida, los investigadores han utilizado la Menopause Rating Scale (MRS). Si el resultado de este ratio es mayor de 16, los síntomas se consideran severos.
Alguno de los síntomas que se ven más influidos por esta falta de actividad física son el insomnio y la depresión. Ambos se dan con más frecuencia en aquellas mujeres que tienen un estilo de vida más sedentario que en las que llevan una vida más activa: se pasa del 3,71% al 3,39% en el caso de la depresión y del 5,69% al 5,3% para el insomnio. Es decir, de las 3.886 mujeres que se autodefinen como sedentarias 144 sufre depresión y 221 insomnio; mientras que de las 2.200 que se califican como activas 74 tienen depresión y 116 insomnio. El sedentarismo también afecta a otros síntomas como la ansiedad, que se da en un 5,47% de las mujeres sedentarias y en un 5,13% de las activas.
La profesora Pinkerton (autora del estudio) explica que la parte fuerte de su investigación, con respecto a los otros realizados, es la amplia muestra de mujeres que han participado y que le permite afirmar que solo con que una mujer «haga yoga, natación, bicicleta o incluso jardinería durante al menos 30 minutos al día, los síntomas menopáusicos mejoran». La causa, según explica el estudio, es el efecto que produce en nuestro cerebro las acciones de los estrógenos y de la actividad física. Varios neurotransmisores como la serotonina o la dopamina influyen en la regulación de nuestro humor y de nuestro sueño. Una secreción alterada de ellos puede causar distorsiones en el humor (como la depresión) y también insomnio.
El estudio se realiza a 6.080 mujeres de 11 países de Latinoamérica. En Chile, Uruguay, Venezuela, Cuba y Ecuador, por ese orden, se encuentran las mujeres con los síntomas de menopausia más severos. Además, las mujeres de las zonas más pobres y rurales son las que tienen peores síntomas. Esto se debe, según enuncia el estudio, a que estos síntomas más severos están vinculados con la inactividad y esta, a su vez, con un bajo nivel educativo. «El estilo de vida sedentario es menos común entre las mujeres con un alto nivel educativo», afirma el estudio que cita a su vez a investigaciones españolas y brasileñas. Según un análisis a 300.000 individuos, llevado a cabo por Brasil, aquellas personas con más años de escolarización son también aquellas que disponen de más tiempo libre para ejercicio físico.
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