Un estudio realizado mediante recogida de datos y realización de pruebas físicas a la edad de 16, 34 y 52 años, rebela la importancia de una vida activa para la prevalencia del dolor de espalda. Los participantes respondieron preguntas sobre la actividad física y el dolor de espalda baja, y realizaron pruebas de aptitud física a la edad de 16, 34 y 52 años. La batería de pruebas de fitness incluyó pruebas de resistencia en la espalda y los músculos abdominales, una prueba de bicicleta ergométrica submáxima para estimar el consumo máximo de oxígeno, y mediciones de flexión de la cadera, la flexibilidad columna torácica y antropometría.
El análisis estadístico mostró que el aumento de la resistencia muscular de los músculos de la espalda y abdómen a la edad de 34 años podía predecir positivamente el standing Waiter’s bow (test de espalda) a los 52 años y que una mayor aptitud física a la edad de 34 podría predecir positivamente el rendimiento del test supine double leg lower, a los 52 años. En cuanto a las relaciones de la sección transversal, la incapacidad para llevar a cabo el test correctamente se asoció con una menor aptitud física, flexibilidad y actividad física, y con una mayor circunferencia de la cintura.
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