El ejercicio es un tratamiento efectivo, pero poco utilizado, en muchas patologías crónicas. Sin embargo, al igual que la cirugía, el ejercicio no es una entidad única, sino que debe ser adaptado a cada condición.
Si la prescripción del ejercicio no se individualiza en función de la patología y la severidad de padecimiento por el paciente, la eficacia se ve comprometida, no observándose, entonces, los resultados esperados conforme a las guías terapéuticas
Los médicos de familia deben estar involucrados en los principios generales de la prescripción de ejercicio. Es importante estar al tanto de los grados de evidencia y es muy favorable conocer la práctica de dichos ejercicios en manos de los profesionales encargados
La prescripción del ejercicio también requiere a los médicos a ser capaces de explicar a los pacientes conceptos erróneos, miedos y falta de motivación, sobre todo, para los que están enfermos.
A pesar de que el tratamiento de las enfermedades es un reto para la industria farmacéutica, estos retos son, incluso, un grado mayor para el ejercicio. Sin embargo, los beneficios potenciales para los médicos y pacientes de conseguir la superación de estos retos vale la pena.
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