El envejecimiento es un proceso involuntario e inevitable que origina pérdidas estructurales y funcionales progresivas en el cuerpo, tales como el deterioro de la capacidad funcional, de la masa muscular y la pérdida de la fuerza (debida principalmente a la sarcopenia), la pérdida de la masa ósea y de la producción de la hormona, y los retrasos en el tiempo de reacción, que son factores de riesgo que conducen a una pérdida de la autonomía y a un mayor riesgo de sufrir las caídas. Vivir una vida independiente y autónoma, con la capacidad de llevar a cabo sus tareas básicas de la vida diaria es un aspecto clave para mantener la calidad de vida de los mayores. Sin embargo, una condición para permitir la autonomía de las personas mayores es la de mantener su forma física.
La actividad física parece ser una estrategia para mantener la autonomía, mejorar la capacidad funcional, disminuir el riesgo a sufrir las caídas y, en consecuencia, para mejorar la calidad de vida. De acuerdo con los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), las personas de edad avanzada deben realizar la fuerza muscular y las actividades aerobias, con el fin de reducir el riesgo de mortalidad por todas las causas, la enfermedad coronaria, el accidente cerebrovascular, la hipertensión, y la diabetes tipo 2. Entre los diversos tipos de la actividad física, el método Pilates se ha convertido en una modalidad popular en los últimos años. Dicho método es una forma de mejorar la fuerza y el acondicionamiento para las personas de todas las edades y en la actualidad se ha utilizado como un método adyuvante en la rehabilitación de las lesiones. Según varios autores, este método origina beneficios tales como el aumento de la densidad mineral ósea, modificaciones positivas en la composición corporal, y la mejoría de la fuerza y la resistencia muscular, la coordinación, el equilibrio y la flexibilidad. A la vista de los beneficios descritos anteriormente y teniendo en cuenta que la práctica de este método es individualizada, y reduce el riesgo a sufrir posibles lesiones, el Pilates es muy indicado para los ancianos.
El objetivo del estudio realizado por Engers y col., es evaluar los efectos del método Pilates sobre los parámetros de la forma física y la función fisiológica y cognitiva en los ancianos. Según estos autores, aunque los estudios muestran las prestaciones físicas y motoras con el uso de Pilates en los ancianos, no se puede afirmar que el método sea efectivo, en vista de la baja calidad metodológica de los estudios incluidos en esta revisión. Por lo tanto, se sugiere que los nuevos estudios aleatorizados, especialmente los ensayos clínicos, se lleven a cabo con muestras mayores, más largos períodos de intervención, e incluyan a las personas de ambos sexos. También sería importante realizar un control metodológico más detallado. De igual modo exponen la necesidad de realizar estudios que comparen el método Pilates con otros tipos de ejercicio, así como los estudios que se enfrenten a los ejercicios del método realizado en tierra frente a las prácticas que utilizan accesorios y / o dispositivos.
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