El ejercicio puede ser beneficioso para las personas con cáncer de pulmón mediante el aumento de la fuerza, la resistencia y la disminución de los problemas emocionales. La actividad física también puede ayudar a tolerar los tratamientos contra el cáncer y los bajos niveles de la fatiga.
Un programa de ejercicios puede ayudar con estrategias de supervivencia sobre los efectos físicos y emocionales de las personas que sufren el cáncer de pulmón. Los profesionales sanitarios deben considerar la recomendación de las intervenciones de la actividad física en cualquier etapa del cáncer de pulmón. Además, un programa de ejercicio preoperatorio antes de que el enfermo se someta a la cirugía del cancer también debe ser considerado, dada la evidencia de que el ejercicio puede mejorar los resultados.
Algunos piensan que el ejercicio puede abrumar a las personas con el cácer de pulmón, pero un programa de ejercicios bien diseñado puede ayudar a que las personas se sientan mejor física y mentalmente y también puede disminuir el riesgo a sufrir nuevas enfermedades.
La actividad física parece mejorar la supervivencia y calidad de vida. Los efectos secundarios de la cirugía del cáncer de pulmón y los tratamientos son perjudiciales para la salud y la calidad de vida de los pacientes citados ya que ellos están en mayor riesgo de sufrir la osteoporosis, la enfermedad cardiovascular, y muchos otros problemas de la salud. El ejercicio puede ayudar a mitigar los efectos secundarios del tratamiento del cáncer y de la cirugía.
Además de los beneficios físicos del ejercicio, los pacientes con cáncer que lo practican también muestran una mejoría en la función mental y en el bienestar emocional y después del tratamiento tienen menos ansiedad. Los pacientes que hacen ejercicio durante el tratamiento y los que comenzaron a realizarlo posteriormente mejoran la calidad de vida.
La conclusión a la que llega Carol Michaels (2016) es que, las pruebas que apoyan los programas de ejercicio muestran que esta intervención sería de gran ayuda para los supervientes del cáncer de pulmón. Se debe estimular a los equipos clínicos a que desarrollen los servicios para promover dichos programas cómo un modelo de buenas prácticas para la rehabilitación. La colaboración debe llevarse a cabo con las organizaciones capaces de ofrecer programas de actividad física y a la vez desarrollar estrategias de investigación para reunir pruebas. También se debe promover el intercambio de buenas prácticas a través de las organizaciones cómo la Asociación Internacional del Estudio del Cáncer de Pulmón.
Carol Michaels . The importance of exercise in lung cancer treatment. Transl Lung Cancer Res. 2016 Jun; 5(3): 235–238. doi: 10.21037/tlcr.2016.03.02PMCID: PMC4931142
Obtenido de Marcos Becerro: https://www.facebook.com/juanfrancisco.marcosbecerro/posts/968201033288281
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