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Importancia de la actividad física en la calidad de vida en adultos mayores

Actualmente, la esperanza de vida en España es de 76,4 años en los hombres y de 83 años en las mujeres. Esto es debido en parte, a los avances de la medicina y la salud pública. Sin embargo, el objetivo de la medicina debe ir más allá de conseguir un aumento de la longevidad en las personas y debe proporcionar, además, un incremento en su calidad de vida. Es necesario facilitar que estas personas, cada día más mayores, sean a la vez autónomas y puedan vivir de manera satisfactoria.

 

Las personas mayores tienden al sedentarismo, excusándose en los dolores que frecuentemente padecen. Pero lo cierto es que debemos fomentar todo lo contrario, es decir, una vida activa que reduzca los riesgos de patologías asociadas a la edad fomentando así como el ejercicio físico pudiendo conllevar a un aumento de la capacidad funcional.

 

Puesto que este aumento en la longevidad de las personas supone un serio problema en el ámbito sociosanitario y predice un aumento del presupuesto destinado a este fenómeno, se debe promover la práctica habitual de ejercicio físico.

 

Definimos el envejecer como un proceso dinámico, gradual, natural, e inevitable, proceso en el que se dan cambios a nivel biológico, corporal, psicológico y social. Transcurre en el tiempo y está delimitado por éste. Cuando decimos proceso dinámico, nos referimos a que no es una etapa rígida, igual para todos y cronológicamente demarcada.

 

El envejecimiento conlleva una serie de cambios a nivel cardiovascular, respiratorio, metabólico, músculo esquelético, motriz, etc. que reducen la capacidad de esfuerzo y resistencia al estrés físico de los mayores, reduciéndose así mismo su autonomía y calidad de vida y su habilidad y capacidad de aprendizaje motriz.

 

La actividad física se reduce con la edad y constituye un indicador de salud. La reducción del repertorio motriz, junto a la lentitud de los reflejos y descenso del tono muscular en reposo, entre otros factores, provocan descoordinación y torpeza motriz.

 

La inmovilidad es el mayor agravante del envejecimiento y la incapacidad de tal forma que, lo que deja de realizarse, fruto del envejecimiento pronto será imposible realizar.

Entre los factores que aceleran el envejecimiento están: alimentación excesiva, stress, hipertensión, tabaquismo y alcoholismo, obesidad, soledad, poca participación socio laboral, sedentarismo y poca actividad física.

 

Los EFECTOS del programa de ACTIVIDAD FISICA, tienen los siguientes efectos:

  1. Facilita la actividad articular y previene la osteoporosis y fracturas óseas. Se incrementa la absorción de calcio y potasio.
  2. Aumenta la actividad enzimática oxidativa con la consiguiente mejora de utilización del oxígeno y metabolismo aeróbico de grasas y glucosa. Se pierde peso graso.
  3. Reduce niveles plasmáticos de colesterol y triglicéridos y mejora los índices colesterol/HDL en sangre.
  4. Aumenta la tolerancia al esfuerzo por aumento de los umbrales aeróbico y anaeróbico.
  5. Aumenta el volumen sistólico.
  6. Aumenta el volumen de sangre (plasma y glóbulos rojos).
  7. Aumenta el VO2 máx. y mejora el sistema respiratorio por mejora de la capacidad vital, aprovechamiento de la oferta de oxígeno e incremento de la ventilación, difusión y transporte de oxígeno.
  8. Controla y reduce la tensión arterial en reposo y durante el esfuerzo.
  9. Favorece el equilibrio neurovegetativo, psicofísico y la actividad psicointelectual.
  10. Mejora el aspecto estético.
  11. Estimula el optimismo, la vitalidad y la voluntad (favoreciendo la superación del tabaquismo y otros hábitos y adicciones insanas). Contribuye a la integración social, mejora calidad y disfrute de la vida

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