Una investigación sobre hábitos de actividad física en mujeres revela que aquellas que hicieron suficiente ejercicio físico en su adolescencia tienen menos riesgo de morir de forma prematura por causas naturales, incluyendo cáncer, en la edad mediana y hasta bien entrada la madurez.
Conocer bien el impacto a largo plazo de los factores que se pueden modificar en cuanto a estilo de vida, como el ejercicio en la adolescencia, es de importancia crucial y tiene repercusiones notables de salud pública en la prevención de enfermedades a lo largo de la vida.
El equipo de Sarah J. Nechuta, profesora de medicina en el Centro Vanderbilt de Epidemiología y el Centro Oncológico Vanderbilt-Ingram, dependientes de la Universidad Vanderbilt, en Nashville, Tennessee, Estados Unidos, analizó datos procedentes de un estudio de salud femenina, en el cual se hizo un seguimiento a unas 75.000 mujeres con edades comprendidas entre los 40 y los 70 años, de Shanghái, China.
Entre los datos, consta información detallada sobre las participantes, incluyendo su dedicación a actividades físicas tales como deporte en grupo y similares, entre las edades de 13 y 19 años, factores relacionados con el estilo de vida como adultas, y resultados de mortalidad.
Después de tener en cuenta los factores socioeconómicos en la vida adulta, los investigadores descubrieron que las mujeres que participaban en deportes de equipo como adolescentes tenían un riesgo un 14 por ciento inferior de muerte por cáncer, y un riesgo un 10 por ciento inferior de muerte por todas las demás causas naturales en general.
En cuanto a las mujeres que dedicaron una parte de su tiempo al ejercicio físico, tanto en su vida adolescente como en su vida adulta, resultaron tener un riesgo un 20 por ciento menor de muerte debido a todas las causas naturales
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