Las pautas de actividad física actuales recomiendan un ejercicio de intensidad moderada durante unos 30 minutos la mayoría de los días de la semana (un total de 150 minutos por semana) o ejercicio vigoroso durante la mitad de ese tiempo (75 minutos), repartidos en tres o más sesiones por semana.
En un informe publicado en JAMA Internal Medicine, los investigadores solicitaron a una gran cohorte de más de 63.000 hombres y mujeres mayores de 40 años acerca de su actividad física moderada a vigorosa. Los participantes se clasificaron en uno de cuatro grupos: aquellos que no realizaron actividad física moderada o vigorosa, los que cumplieron con las pautas (150 ó 75 minutos / semana) y se ejercitaron al menos tres veces por semana, los que cumplieron con las pautas pero comprimieron la actividad En una o dos sesiones por semana (comúnmente conocido como «guerreros de fin de semana»), y los que informaron de moderada a vigorosa actividad física, pero menos de las incentivadas.
Los resultados fueron sorprendentes. Todos los grupos activos, comparados con el grupo que no tenía ninguna actividad moderada a vigorosa, tuvieron reducciones sustanciales en la mortalidad cardiovascular y de todas las causas. Los guerreros de fin de semana y los que recibieron menos de la cantidad recomendada, en comparación con los que no reciben ejercicio moderado a vigoroso, tuvieron cerca de una reducción del 30% en la mortalidad por todas las causas. Aquellos que cumplían las directrices y que tenían al menos tres sesiones por semana tuvieron una reducción del 35% en la mortalidad por todas las causas. Así que no había demasiada diferencia. Los tres grupos activos tuvieron una reducción de aproximadamente un 40% en la mortalidad cardiovascular en comparación con los que no informaron actividad moderada a vigorosa.
En un segundo informe de la cohorte del Reino Unido, publicado en el British Journal of Sports Medicine, los investigadores preguntaron a los participantes sobre tipos específicos de deportes y actividades de moderado a vigoroso que participaron. Lo que encontraron fue muy interesante. Una amplia gama de actividades deportivas y de ocio se asoció con reducciones sustanciales de la mortalidad por todas las causas y cardiovasculares, incluyendo natación, deportes de raqueta y aeróbicos. Se observaron reducciones similares en la mortalidad cardiovascular con este tipo de actividades.
Es un muy buen mensaje clínico de salud pública que una actividad física moderada a vigorosa es sustancialmente mejor que ninguna, y que más es al menos ligeramente mejor que algunos. Debemos alentar a los pacientes que no pueden cumplir con el objetivo, o que tienen que comprimir la actividad en una o dos sesiones por semana o el fin de semana, para seguir con ella y ser tan activo como son capaces. Podemos esperar, por tanto, que cualquier actividad sea mejor que ninguna.
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